Patinar sobre hielo, esquiar o hacer snowboard, hacer una travesía invernal con amigos, escalar sobre una pared helada… Son deportes que ofrecen mucha emoción y conexión con la naturaleza. Sin embargo, también aumenta el riesgo de lesiones (o cosas mucho peores, no nos vamos a engañar…) si no se practican con la precaución adecuada, tanto por falta de experiencia como por exceso de confianza.
Como en el alpinismo, donde nadie se aventura sin una buena cuerda de seguridad, los deportes de invierno requieren su propia «cuerda»: un seguro adecuado. No hablamos solo de cubrir una lesión de rodilla (la más común), sino de estar protegido ante cualquier imprevisto.
¿Qué «cuerda de seguridad» necesitas?
- Asistencia médica y de rescate en pista
- Gastos de traslado a un centro sanitario (esto puede incluir ambulancia, helicóptero u otro medio necesario)
- Responsabilidad civil por daños a terceros
- Protección por daño o robo de tu equipamiento
- Repatriación (opción interesante si practicas deportes de invierno fuera de España)
- Otras opciones (gastos de rehabilitación, cancelación de viajes, indemnización de forfaits por lesión, etc.)
Antes de lanzarte a la aventura, asegúrate de estar bien equipado: tanto con material adecuado como con las coberturas necesarias. Podemos ayudarte a encontrar el seguro que mejor se adapte a tus aventuras invernales. Normalmente, son pólizas que se contratan para el tiempo que practicas esta actividad. Porque en la nieve, mejor prevenir que «congelar».
[